Ñ Por culpa del hijo de Žl, tu abuelo, Àte das cuenta?
Me la tuve que aguantar. Y ┼╜l dijo:
Ñ Yo no tengo nada que ver con los problemas de tu familia. Mi obligaci—n es encaminarte de vuelta a tu casa. Y eso es lo que voy a hacer. Ahora and‡ a jugar, Dan. Dej‡ que yo me encargo.
Y me fui con los dos chicos a otro r’o, mucho m‡s cerca de la tribu. Un r’o calmo. Limpio. Con algunas piedras que formaban cascadas. Ahora le tocaba al chico indio de mi tama–o usar la gorra. ƒl se la sac—